En el 79 d.C. las ciudades romanas de Pompeya y Herculano fueron destruidas por la lava del Vesubio y solamente en 1738 fueron descubiertas y sacadas a la luz, gracias a las excavaciones mandadas por el Rey Carlos de Borbón.
Una masa de lapilli al rojo vivo y una lluvia de cenizas, recubre personas, casas y templos, bajo una capa de 4-5 metros, conservando hasta nuestros días una demostración perfecta de la vida romana de hace más de 2000 años.
En Pompeya se puede admirar el Anfiteatro y la Via dell' Abbondanza , una de las calles más famosas de la antigua ciudad romana.
Las ruinas de casas y tiendas artesanales son muy sugestivas y nos hacen imaginar el ritmo de la vida y las costumbres de los antiguos romanos, visitando el Huerto de los Fugitivos se pueden ver los restos de un grupo de campesinos labrando la tierra.
Diversamente de Pompeya, fue sepultada de fango y ceniza que penetró en todas las casas, transformando todo en una capa dura y compacta, esto ha hecho que se conserve todavía mejor respecto a las ruinas de Pompeya, en particular, en los materiales deteriorables como madera y papiros que se han hallado parcialmente íntegros en el interior de una lujosa villa, en parte todavía cubierta, se han hallado 1826 rollos de papiro que contienen textos griegos.
Las villas que se pueden visitar en Herculano son numerosas, surreal es el hallazgo de una barca con su contramaestre.
La fama de esta ciudad se pierde en los siglos, desde el 600 a.C. hasta nuestros días, Cumanos, Griegos, Romanos, Góticos y Bizantinos, Normandos y Angevinos, Españoles, Austríacos y Franceses.............. todos han dejado algo en la arquitectura, en el arte, en el folklore, en la música, en la artesanía y en la cocina napolitana.
Nápoles es una ciudad absolutamente por visitar! Su mix de atracciones, da la posibilidad de realizar una intensa visita que abraza a la vez arte, historia, tradición y cultura popular.
La ciudad se caracteriza por su enorme casco antiguo declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad, rico de Iglesias, monumentos, edificios y callejones pintorescos, entre los cuales destacan los famosos monumentos de: Castel dell'Ovo (Castillo del Huevo), lugar donde desembarcaron los Cumanos, el Castillo Maschio Angioino, sede del palacio real de Carlos I de Anjou y el Palacio Real, corazón del poder de Nápoles, que se asoma a la preciosa Plaza del Plebiscito.
En los alrededores se encuentra el Teatro San Carlo, uno de los teatros italianos más famosos; continuando se llega a la famosa Galería Umberto.
En las cercanías del casco antiguo, una de las calles por las que pasear es la de San Gregorio Armeno, donde se puede admirar el esplendor de la artesanía napolitana.
Para los amantes de las compras, el lugar ideal es Via Roma, la calle principal de Nápoles, creada como isla peatonal para ofrecer a los turistas y ciudadanos un ángulo de relax para las propias compras.
Antes de concluir la excursión, no puede faltar la visita al Museo Arqueológico Nacional, donde se custodian hallazgos arqueológicos de inestimable valor.
La montaña del buen vino y de los bosques lozanos ricos de jabalíes.
Así era el Vesubio para los habitantes de Pompeya, Herculano, Stabia, y Oplontis......al menos hasta aquel trágico 24 de agosto del 79 d.C. .
El Vesubio todavía es un volcán activo y su cumbre ofrece un panorama que quita el aliento que se extiende desde el Golfo de Nápoles hasta las Islas de Capri e Ischia.
Se puede ir por la carretera que llega hasta una altitud de 1000 metros para luego continuar a pie los restantes 281 metros hasta el cráter.
Entre las localidades más sugestivas de la costa, seguramente merecen una visita especial Positano Amalfi y Ravello. Visitar estas tres localidades en un día, al mismo tiempo, permite descubrir lugares únicos y diferentes entre sí. En Positano será bonito dejarse envolver por una historia sugestiva, con sus callejuelas estrechas, ricas de restaurantes típicos de conducción familiar, que desde siempre han distinguido la cocina de Positano como una de las más buenas de la Costa Amalfitana; después visitar tiendas de moda de Positano y artesanía local, como sandalias, zuecos de madera y cerámica.
La excursión sigue hacia Conca dei Marini, para visitar la brillante Gruta de la Esmeralda.
Continuando se llega a Amalfi, Primera REPúBLICA MARINERA y patria de Flavio Gioia, el inventor de la brújula.
En el centro de Amalfi se puede visitar la catedral consagrada a San Andrés, cuya característica principal es la fachada, completamente decorada con un mosaico del Ochocientos; también por visitar los arsenales en los cuales se construían las grandes galeras de la flota y el museo del papel, todavía hoy uno de los papeles más preciados del mundo.
Luego se sigue hacia Ravello, famosa por su panorama romántico, constelado de importantes monumentos que hacen de fondo, como: la Catedral (il duomo), villa Cimbrone y villa Rufolo.
Fue en 1880, en los jardines de villa Rufolo, que el gran músico alemán Richard Wagner, se inspiró para componer el famoso Parsifal.
De aquí ha dado inicio el actual Ravello Festival, uno de los festivales italianos más antiguos de Italia, que ha consagrado Ravello como "la ciudad de la música".
Paestum fue fundada en el siglo VII por los Griegos con el antiguo nombre de Poseidonia.
Esta localidad sobre todo se conoce por sus grandes templos dóricos, convirtiéndola en uno de los centros arqueológicos más famosos de la Región de Campania.
Las demostraciones más interesantes que constituyen el mejor complejo arquitectónico de la Magna Grecia son 3: el Templo de Atenea, conocido en el pasado como el Templo de Ceres, este templo estaba formado por el pronaos con ocho columnas con capiteles jónicos, de los cuales han quedado tan sólo las bases y dos capiteles (los más antiguos en estilo jónico hallados en Italia).
El Templo de Hera, también conocido como La Basílica, fue el templo más grande que los griegos construyeron completamente de piedra.
Por último, el Templo de Neptuno, según algunos, también este dedicado a Hera, considerado como el ejemplo más perfecto de la arquitectura dórica templaria en Italia y en Grecia. Todos los hallazgos encontrados en Paestum son de inestimable valor histórico y artístico y se conservan en el Museo Arqueológico Nacional, entre los cuales el fresco de la conocida Tumba del Tuffatore (Zambullidor), único ejemplo de pintura de la época griega de la Magna Grecia.
Caserta aloja la famosa homónima "reggia", también conocida como el "Versalles de Nápoles", deseada por los Borbones del siglo XVII.
La Reggia di Caserta es uno de los palacios más bellos e imponentes jamás construidos en Italia.
Además de ofrecer un maravilloso ejemplo de arquitectura neoclásica, también permite disfrutar de un enorme complejo de parques y jardines donde pasear y regenerarse después de visitar el palacio.
La Reggia di Caserta, fue construida en 1751 bajo petición del Rey Carlos de Borbón, el cual deseaba un palacio que pudiera competir con las residencias de los demás países europeos.
El palacio tiene 1200 habitaciones y 1742 ventanas, con unos patios de una belleza única e inimitable.
En el interior del parque, de nada menos que 120 hectáreas, se pueden admirar los paseos ricos de fuentes, esculturas de gran valor y, por último, la Gran Cascada, que le da al palacio un toque de magia.
El Cementerio y Sagrario Americano de Nettuno se formó como cementerio provisional de guerra apenas dos años después del desembarco aliado, producido a las dos de la madrugada del 22 de enero de 1944.
En 1956 pasa a convertirse en cementerio permanente.
Aquí están enterrados 7861 soldados caídos durante la campaña de Sicilia, en el desembarco de Salerno y en el desembarco en la Testa di Ponte de Nettuno y Anzio.
Entre ellos, también dieciséis mujeres, entre enfermeras "crocerossine" y auxiliares militares y civiles.
Superada la monumental cancela y el lago artificial, se entra en el vasto prado que acoge las tumbas de los caídos, delimitado por grandes robles y setos de laurel.
Las tumbas, todas iguales y muy simples, están divididas en diez sectores.
En el fondo se levanta el imponente mausoleo en travertino, en cuyo peristilo central aparece el monumento de bronce dedicado a los Fratelli in Armi, o sea, el soldado y el marinero americanos.
A la izquierda y a la derecha del peristilo hay una capilla y una sala museo. En el interior de la capilla, sobre las paredes de mármol de Carrara, aparecen grabados los nombres, el nivel y el cuerpo de pertenencia de más de tres mil soldados desaparecidos.
En la sala museo, en la pared oeste, tres frescos ilustran la ocupación de Sicilia, la Estrategia de las incursiones aéreas y la campaña Nápoles-Foggia.
El mapa de la pared este en cambio representa el desembarco en Anzio y Nettuno y la ocupación de Roma.
La ciudad está situada al pie de Montecassino mientras la Abadía se encuentra en el monte.
El monasterio de Montecassino, fundado por San Benedeto hacia el año 529 surge sobre la base de una fortificación romana pre-existente del municipio Casinum, hecho ilustre por la prodigiosa vida y por el sepulcro de su fundador, Montecassino ha vivido a lo largo de los siglos una historia fecunda de santidad, cultura y arte, que lo han hecho famoso en todo el mundo.
La Abadía, a lo largo de la historia ha sido destruida nada menos que por tres veces. En 577 de la mano de los Longobardos del duque de Benevento Zotone y reconstruida en el siglo VIII por Petronace de Brescia bajo la orden del Papa Gregorio II.
En 883 es saqueada e incendiada por los Saracenos, murieron muchísimos monjes y el santo abad Bertario, fundador de Cassino medieval, los monjes que se salvaron se refugiaron en Teano y luego en Capua, y solamente hacia la mitad del siglo X los monjes volvieron a Montecassino y en el siglo XI gracias al abad Desiderio y al Papa Gregorio VII el monasterio fue reconstruido y enriquecido con mosaicos, esmaltes, orfebrerías litúrgicas de factura oriental.
En 1349 se produce la tercera destrucción debido a un terremoto; en la reconstrucción sucesiva son varias las añadiduras y embellecimientos que le dan al monasterio la grandeza y monumentalidad que conocemos hasta el 15-02-1944, cuando durante la segunda guerra mundial es destruido de nuevo para luego ser reconstruido de la mano del abad Rea que lo reconstruyó "dov'era e come era" (donde estaba y como era).
Después de tantas aventuras, Montecassino se puede representar como la imagen simbólica de un roble, que aunque destrozado por el vendaval, renace siempre con un vigor intacto.
En recuerdo del sacrificio de la batalla de Cassino ( 1943-1944 ), los países que tomaron parte en los combates quisieron que los miles de caídos en la línea Gustav fueran enterrados en los lugares donde han luchado. Por eso en Cassino y en los alrededores surgen algunos sagrarios militares:
Cementerio Alemán
Colle Marino, barrio de Caira, es uno de los cementerios alemanes más importantes en Italia, hay 20.027 soldados caídos en combate en el sur de Italia. Fue iniciado en 1959 por el arquitecto Tischler y llevado a término por el Prof. Offenberg.
Cementerio Commonwealth
En la carretera que conduce a S. Angelo en Theodice, aloja 4265 restos mortales, fue inaugurado en 1956 en presencia del general Alexander y de todos los embajadores del Commonwealth.
Cementerio Polaco
Montecassino, 1.052 restos mortales del 2º Cuerpo de Armada Polaco, incluidos los del General Annders y del capellán Gawlina, muertos en 1970 y trasladados por su voluntad. El sagrario se ha encomendado a los monjes de Montecassino.
Cementerio Francés
Venafro, al inicio alojaba 4.600 restos mortales del Cuerpo de Expedición Francesa, ahora solamente 3414 porque numerosos restos han sido repatriados en el postguerra.